Y así comenzó todo, como una nueva aventura en la que disfrutar de los colores y formas extravagantes de criaturas florales. El tiempo y la voluntad se detienen ante tal expresión de arquitectura natural y, entonces, los amantes de las flores, como simuladores creativos, aspiramos a formar parte del nacimiento de tal expresión de belleza y perfección. Todo ocurre en cuestión de segundos, sólo una mirada y, en un vuelo, una se queda prendada de tal proyección de vida sublime.
Y asi, ante tal grandeza, muchas de las personas que nos dejamos llevar por la pasión del cultivo de flores, encontramos una forma de sentirnos parte de ese timbal de belleza que encontramos en cualquier rincón de nuestro entorno. Es por eso que nos apasiona, nos embelesa e invertimos nuestro tiempo en sus cuidados, y todo, en ese afán de sentirnos partícipes de estas joyas habituales y siempre reconfortantes.
Enhorabuena por este principio. Es lo más difícil. Verás como ahora todo es más sencillo. Estoy deseando leer las próximas entradas.
ResponderEliminarBienhallada, "humilde cultivadora de orquídeas"... será un placer pasear contigo por este sendero de flores y colores, de emociones y encuentros, de asombro y maravillas.
ResponderEliminarCon tan buena compañía este camino seguro que será grato y reconfortante.
ResponderEliminarDicen que la riqueza de las personas se mide por los amigos que te acompañan en este viaje al que llamamos "VIDA". Soy millonaria entonces.
ResponderEliminarGracias por enriquecerme con tu sonrisa, con tus abrazos, tu calidez, tus palabras,por estar ahí,...y, por supuesto, por permirme disfrutar con este blog tan auténtico! ;)
Besos principita.